miércoles, 27 de mayo de 2015

AMARGA VICTORIA DEL PP

                        Es típico y tópico que, tras unas elecciones, la mayoría de los partidos buscan algún dato positivo que resalte su éxito o mitigue su fracaso, pues, como es obvio, a nadie le gusta perder ni desencantar a sus hipotéticos electores de cara al futuro. Por ello, en los comicios que acaban de celebrarse, los líderes de los distintos partidos, incluso de los que, según los resultados, estarían en vías de extinción, como puede ser IU y UPyD, hacen una lectura optimista de cara al futuro, por más que sus rostros digan todo lo contrario. Sin embargo, una de las consecuencias tras los comicios es la casi desaparición de IU y la extinción de UPyD, cuyos votantes, al parecer, se han decantado por Podemos y Ciudadanos, quienes, como fuerzas emergentes, irrumpen en los Ayuntamientos y en las CCAA de forma fresca y descarada, al extremo de que de ellos dependerá la gobernabilidad de muchísimos municipios y varias autonomías, erigiéndose, porque así lo han querido los españoles, en árbitros indiscutibles del futuro político inmediato en las instituciones más cercanas a la ciudadanía para resolver sus problemas cotidianos. Quedan, además de los nacionalistas (CiU, PNV y compañía), los partidos clásicos mayoritarios, PP y PSOE, protagonistas de un bipartidismo, que, aun quedando tocado, no desaparece ya que entre ambos acaparan el 52% de los votos (27% y 25% respectivamente) dejando el 48% restante para el resto de formaciones políticas (Podemos, C´s, CiU, PNV, Bildu, ERC, Compromís, CUP, BNG, PAR, UPN….etc etc), encabezados por Ciudadanos, que queda a gran distancia de ellos con un 6´5% de los votos, como la tercera fuerza nacional, con permiso de Podemos y sus múltiples caretas con las que ha comparecido en las diferentes circunscripciones. Por tanto, la primera conclusión es la victoria del PP, que sigue siendo la fuerza más votada en España, aunque sea una victoria amarga sin lugar a dudas.
            Una amarga victoria del PP (primera fuerza en nueve de las trece CCAA: Aragón, Baleares, Cantabria, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Madrid, Murcia, La Rioja y Comunidad Valenciana), pero que, al no obtener la mayoría absoluta en ninguna de ellas (pierde unos 2´5 millones de votos y 10´5 puntos respecto a 2011), sólo podría conformar mayoría suficiente, si pacta con Ciudadanos, en cuatro de ellas (Castilla y León, Madrid, Murcia y Rioja), sucediéndole igual en una serie de grandes ciudades y capitales de provincias, comenzando por Madrid. Y un gran retroceso del PSOE (pierde 750.000 votos respecto a 2011), especialmente en las grandes ciudades, pero que, ganando sólo en dos CCAA (Asturias y Extremadura), podría gobernar en algunas más si llega a acuerdos con Podemos, siendo la segunda fuerza política. Así pues, como segunda conclusión, todo dependerá de la estrategia de pactos que sean capaces de hilvanar los partidos, que pueden amargar más aún la victoria del PP o aliviarle un pelín el amargor. Y Colau, como genuina representante de las diversas caras de Podemos ya ha dicho que está dispuesta a pactar con quien sea menos con PP, CiU y Ciudadanos, es decir, la derecha, por más que su “jefe” Pablo Iglesias diga que Podemos ni es de izquierdas ni de derechas sino todo lo contrario.
            Una amarga victoria del PP que, ganando en la ciudad de Madrid, se quedaría sin gobernar el Ayuntamiento por los pelos, salvo que la marca Podemos (Ahora Madrid) liderada por Carmena no se viera apoyada por un PSOE que queda como tercera fuerza política, tras el rotundo fracaso de su candidato Carmona. Y una tragedia para CiU que pierde en Barcelona frente a la marca Podemos (Barcelona en Comú), liderada por la activista antisistema, antidesahucios y proescraches Colau, relegando al PSC a la quinta posición y al PP a la sexta, lo que supone, de momento, un verdadero revés para el independentismo de Mas y Junqueras (algo positivo habría de tener). Y así sucesivamente en otras grandes ciudades, tradicionales feudos populares como, por ejemplo, Valencia. Como tercera conclusión, un verdadero juego de bolillos para conformar el gobierno de múltiples ciudades que pronto harán ver a los ciudadanos las ventajas o inconvenientes de su decisión en las urnas.
            Una amarga victoria del PP que, durmiéndose en los laureles, pensaba que, simplemente exhibiendo los indiscutibles éxitos en el terreno económico desde que Rajoy accediera al gobierno de España, las elecciones, al igual que las próximas generales, eran un mero trámite, olvidando que hacer política es mucho más que gestionar bien los recursos, pues la estrategia del “laissez faire, laissez passer”, aplicada a la economía, requiere, al menos, cumplir los compromisos adquiridos con los electores durante la campaña electoral que te catapultó al poder y, en caso contrario, explicar hasta la saciedad las causas por las que no se cumplieron, especialmente, aquellas que no requerían cambios sustanciosos en el presupuesto. Un serio aviso a navegantes de cara al futuro.

                                    Fdo. Jorge Cremades Sena

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